Las variaciones de dispositivos, creados con objetivos de diferenciación sutiles, nos colocan en una situación particular frente a la idea de los social.
La perplejidad del mundo digital es aún muy superior al uso que propone, la población que se puede considerar que consume dispositivos digitales, celulares, tablets, ipod y otros, no es mayoritariamente la que conoce las posibilidades del objeto, ni sus expansiones, aún hay mucha ingeniería de procesos para facilitar el uso, y muchas ideas que los usuarios no suelen aprovechar.
La palabra clave es esa precisamente, los usuarios tiene la impresión que más allá de lo que ellos necesitan, para todo lo demás, en algo se quieren aprovechar de él.
La comunicación digital sufre una especie de distorsión, cuando las compañías envían señales de ofertas, gastan en publicidad, usan personalidades para venderles productos, los usuarios se retrotraen, hay cada vez más desconfianza de la palabra “oferta”.
La población mundial, es de más de 7 mil millones de personas, los usuarios de internet, varían según los países, pero Argentina es líder en esa dirección, somos el país que más consume bytes y tiempo en internet, sin embargo los negocios están en crisis en la mayoría de los rubros, menos en la de invertir en dólares, y el histórico de inmuebles a pesar de la crisis de ese sector.
Es fácil ver que son las que siguen instalando sus estrategias en los sitios, Web 2.0, paga anuncios referidos a Google y otros.
La comunicación digital es el principal problema, hay que llegar con un mensaje a usuarios de tan diversa naturaleza que se provoca el efecto contrario, el usuario rechaza lo que se le ofrece.
La queja por la falta de resultados es otro de los factores de la lentitud, sobre servicios por internet se difunde todo tipo de acciones negativas, pero pocos hablan de las buenas, de los éxitos, salvo los inalcanzables, ejemplos únicos como lo son las redes sociales Fecebook y Twitter, pocos saben que hay más de 40 redes sociales, pero a la hora de comentarlas sólo se habla de estas, a lo sumo youtube y linkedin, ésta última una red profesional que a pesar de la cantidad de usuario, el mensaje habitual es que no es muy útil para casi ninguna opción de negocios, y los profesionales suelen decir que les lleva demasiado tiempo para el poco resultado.
Luego proliferan la publicidad, el comercio electrónico, el Home Banking, pero el usuario común toma estos servicios como la oportunidad de no hacer cola, más que para aprovechas los servicios alternativos que ofrecen.
Mientras, el mundo de la tecnología, se mueve en una dirección que parece completamente opuesta, cada vez hay más dispositivos, llamados inteligentes, que cuentan con todas las ventajas de ser usados alternativamente como objetos a través de los que llega la publicidad, telefonía, tarjeta de compras, billetera, control de redes sociales, juegos, y así, casi toda nuestra vida socialmedia se encuentra en posibilidad de usos de dispositivos tan pequeños que pueden reducirse al tamaño de un reloj a usar en la muñeca.
El problema entonces, es la disposición del usuario, la generación a la que está dirigida esa batería de posibilidades no es la cuenta con las mejores tendencias en el uso.
En una encuesta sobre el uso del microondas es bastante común encontrar que la mayoría no conocer las funciones totales y lo usa mayormente para calentar comida, llevando esa actitud a los dispositivos, la mayoría ni siquiera sabe revisar los ajustes de su propio dispositivo.
No es una cuestión de edad, las encuentras entre jóvenes activos del Twitter y las Selfies, demuestran no estar al tanto que sus dispositivos son leídos por las empresas de sus sistemas operativos, que todo ese material es analizado por empresas para proponerles aquello que les gusta.
El uso de los medios digitales implica el aprovechamiento de esos medios, lo que hay que advertir es que no siempre es palabra aplica del lado del usuario, las empresas lo aprovechan, eso seguro, pero el usuario, sin importar la edad, no ve el dispositivo como un objeto comunicacional que lo está entrenando para determinadas condiciones de negocios.
De todos modos, y aunque las empresas que venden los dispositivos, no son inocentes, los usuarios no siempre reaccionan con se espera, el mercado es aún inmenso, inconquistable y es difícil realizar procesos puntuales que tengan en cuenta las individualidades.
Según la ONU, sólo el 26 porciento de la población mundial con diferencias entre países está en uso de las tecnologías que promueven el negocio virtual.
Una cifra peculiar para lo que cualquier observador que nota que el celular, por lo menos, es un dispositivo que como el televisor ha penetrado entre los usuarios a todos los niveles, sin embargo, los número de la publicidad, de los negocios, las proyecciones no se ajustan a la prospectiva sobre su éxito.
Una las cuestiones es la percepción de los usuarios de que no hay posibilidades de alcanzar el cambio de tecnología, siempre hay algo nuevo, la transición digital, parece permanente, pero es una percepción, hay aún dispositivos de más de 5 años conviviendo con dispositivos con nuevas tecnologías; en la percepción del usuario común, la tecnología de última generación, coloca al “otro” lejos del diálogo tecnológico entre sí, un efecto extraño, ya que el dispositivo, cumple mayoritariamente, las mismas funciones para la mayoría de las funciones.
A la valoración del aspecto atractivo que van de la mano de las propuestas empresariales se les agota la imaginación, cada nueva acción, se vuelve contra sí misma. Facebook, por ejemplo, recientemente ha comunicado que usaría los datos de los clientes para nuevos negocios, lo que ha generado centenares de envíos de usuarios negándose a la situación.
Hay algo comunicacional que se desborda, Facebook, como Twitter, como Google, desde el inicio que usa esos datos para sus propios negocios, pero sin explicitarlo más que en letra chica cuando se registra el usuario en cualquiera de esos medios, sin que el usuario haya comprendido lo que ha firmado.
Lo que queda claro es que el usuario común desconfía ya de cualquier “oferta”, comentario, o discurso que lo quieran convencer de algo que supuestamente lo va a beneficiar.
Habrá que inventar nuevos métodos, el usuario actual está prevenido y no cree en un mercado que parece sacarle más que ofrecerle, entre los dispositivos más exitosos, los celulares y las tablet que usan los chicos para juegos, las ventas, aun no tienen peso “digital”.
Iniciativas como las de Mercadolibre, crearon una relación ficticia entre la forma de la compra y la compra misma que alentó el uso del comercio electrónico, pero los usuarios son los que se acercan a ese medio, lo eligen, en cambio la invasión a que se sienten sometidos desde las redes sociales, móviles y demás, son conductas que promueven el rechazo.
Consultadas algunas empresas de Coaching empresarial, comentan que el avance tecnológico, el dispositivo tecnológicamente actualizado sigue siendo un objeto de tarjeta de presentación, cuando se quiere dar una imagen, se elige un dispositivo para impresionar, para resaltar los valores personales, un opcional del profesional, la imagen por el objeto.
Un día, se escuchó decir a un usuario común, el celular servirá para algo que yo quiera, en tono de ironía, y no porque lo necesite.
Los dispositivos móviles se han vuelto una necesidad, un hilo umbilical con la familia y los asuntos laborales, más allá de eso, salvo los adolescentes, con las redes sociales, se escucha cada vez más que si no fuera por eso, ni lo usarían.
Habrá que ver cómo sabrá encontrar el mercado de los negocios para los nuevos usuarios que rechazan cualquier cosa que les quieran encajar.
La venta de dispositivos supuestamente revolucionarios, como cierta marca de la que aunque inicialmente se vendió mucho, ahora hay decenas de juicios y quejas, por doblarse o autoinmolarse, no hacen más que ampliar la desconfianza.
